En todos los estanques con el tiempo se acumulan sedimentos en el fondo procedentes generalmente de residuos de plantas, así como de comida y de excrementos de los peces.
Los sedimentos forman capas en cuyo interior rigen condiciones anaerobias (falta de oxígeno) lo cual provoca un proceso de putrefacción que genera mal olor y resulta tóxico para los peces.
Por este motivo, de forma periódica es conveniente reducir o eliminar el lodo del fondo del estanque.
Consejos para reducir el lodo del estanque
Una forma sencilla y muy practicada para reducir el lodo es utilizar un aspirador de lodos que funcionan de forma similar a un aspirador doméstico o bien vaciar el estanque y sacar el lodo a palas (en un estanque con peces se deberá primero colocar los peces en otro estanque). Esta forma mecánica de eliminar el lodo omite sin embargo el hecho de que el lodo no tiene solo efectos negativos y que juega un papel importante en el sistema ecológico del estanque, especialmente para las plantas.
La extracción mecánica suele afectar las raices y con el lodo se pierden fertilizantes importantes. Tras la extracción mecánica del lodo, el agua del estanque aparecerá más limpia, pero se habrá perturbado masivamente su equilibrio, lo que puede tener efectos negativos de cara a la aparición de algas y/o enfermedades de los pedes.
La alternativa biológica a la aspiración mecánica con aspirador es aplicar un reductor de lodos. Los reductores de lodos suelen contener oxígeno activo y microorganismos aerobios. El oxígeno activo penetra en el lodo y lo mineraliza, creando condiciones óptimas para las raices de las plantas acuáticas y para el asentamiento de microorganismos aerobios que actuan como una extensión de la filtración biológica. Un lodo bien oxigenado contribuye a que el agua se mantenga clara y hace menos probable la aparición de algas.
¿Tienes dudas sobre cómo mantener tu estanque en buenas condiciones? Pregúntanos y te aconsejamos.
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